noviembre 27, 2006

El Zapote que murió un día

Todo pasa, todo queda. De Zapote pasa el gentío que llenaba el área ferial tomando cerveza, comiendo churros, vigorón o manzanas escarchadas. Pasan los toros y los toreros improvisados, de los que nos quedará ese recuerdo morboso de levantinas y moretones.
Nos queda la amarga experiencia que se repetía año con año: un concejo que no sabía nunca nada y que terminaba improvisando como los toreros dentro del redondel.
Hoy hay muchos que lamentan la muerte de lo que han llamado una tradición costarricense pero que realmente se había convertido en un nido de crimen, droga, alcohol, inseguridad. ¿Quién querría llevar a sus hijos a tal desorden? Los voluntarios sobraban cada año, disque por ser más barato y no sé que cuentos, a costa de la propia seguridad.
Señores y señoras: murió lo que tenia que morir. Otro opio del pueblo nacerá y sólo nos queda ver cuál será su reemplazo.

noviembre 21, 2006

Canto al tico diciembre

Oh diciembre, bello diciembre. Diciembre sin fiestas en Zapote, sin carnaval o tope, que ya estás tan cerca y estás tan frío. Puedo escuchar desde aquí cómo tus vientos traen consigo los villancicos y el olor a ciprés, a tamal y a regalos; a tarjetas, abrazos y lucecitas que tintinean y nos llenan de esperanza.
Puedo escuchar todos los buenos deseos que se construyen con un pasito, de esos deseos que ensombrecen cualquier vestigio de maldad.
Porque en diciembre no hay lugar para malos pensamientos. Nos sentimos lejos de la miseria espiritual y quizá por ello todos queremos darnos a manos llenas, abrazar y besar y ser buenas gentes.
Ese frío de diciembre nos mueve a querer caminar por las calles de una ciudad que se transforma en jolgorio o una montaña que se cubre con neblina.
Me huele a ciprés en la distancia, a hojas de plátano que cubren los tamales que se come mi pueblo en familia y al cerdo que se cocina en el horno.
Esa es la navidad que recuerdo; aún en los años más oscuros ha sido un tiempo para replantear y rehacerlo todo.
Oh Diciembre, bello y frío diciembre. Y sin embargo quisiera pensar que así te ven todos, pero qué difícil ver la claridad cuando nuestra ventana de por sí no es transparente.
Oh Diciembre de chinamo!!!! Algunos te extrañarán mientras otros evolucionaremos.

noviembre 08, 2006

La música y mi alma

Hace un par de semanas se nos prohibió en la ofician utilizar cualquier tipo de radio vía Internet, lo que me dejó imposibilitada de escuchar mi preciada radio celta, directamente desde Irlanda.
Ayer, cuando paseaba por una tienda de discos me encontré con un buen repertorio del grupo irlandés The Corrs, discos difíciles de encontrar en este país que le rinde pleitesía a la abominación que han llamado Reggaetton. Sin ningún miramiento tomé el disco que andaba buscando y lo compré.
Hoy, mientras escucho esta obra maestra, volví a sentir el alivio que esta música me da. Es como si mi alma viajara del estado presente a un lugar lejano, en el tiempo y en el espacio, un momento místico que se parece tanto a mis raíces. Quizá en otra vida fui una guerrera celta que cantaba esas canciones a la orilla de un mar bravo en una temporada fría.
El caso es que estas dos semanas sentí que algo me faltaba y vaya sorpresa. Es esa música, esa combinación de violines y vodhran, de voces que cantan a alguien que se va con la marea, mujeres alegres que aman sin medida y noches frías al lado de una fogata, de amores lejanos que huelen a flores y hierba matutina. Canciones que me invitan a visitar lugares perdidos en la nada, que aún no tienen electriciad y que huelen a bosque profundo.
Qué tendrá la música que es capaz de hacernos pertenecer a lugares inexplorados por nuestro ser?? Qué tiene la música que es capaz de hacernos olvidar el enojo o la tensión del día?? De qué materia está hecha que nos arrulla en sus cadencias y nos hace añorar, amar y sentirnos otros???

noviembre 02, 2006

Lo que se piensa en la guerra

Últimamente me he encontrado bajo el fuego de una mala relación laboral. Los constantes bombardeos explícitos y encubiertos han confabulado para que quiera mandar a la porra a más de medio mundo.
En mitad de esta guerra hasta yo tengo ganas de convertirme en general, espía y estratega; y para defenderme he usado algunas de las desventajas de mis opositores, sólo con el real y honesto objetivo de saber cómo defenderme.
Y en esta labor de espionaje he descubierto que en el fondo de mi corazón quisiera ser muy mala, pero mi ser, mi alma, mi espíritu no me dejan ser más que la mujer que soy, tierna, amable, servicial y buena gente, con un carácter hijueputa cuando es necesario, pero al fin y al cabo yo.
Que conste que no me estoy echando flores, sólo subrayo que quisiera poder responder el bombardeo, pero mi conciencia no me da.
Y es curioso como planeo para mis adentros cuál sería alguna maldad pequeña que pudiera hacer para dar a conocer mi poder, pero a la larga, cuando tengo la oportunidad de llevarla a cabo, sale mi voz interior a decirme: "Hey!! y el Karma qué??".
Es entonces cuando siento que mi bondad natural y heredada es el perfecto tiro al blanco de aquellos cuya alma está ya tan podrida que en la próxima vida serán algo peor que vacas... y hablando en cristiano, si existiese el infierno, de fijo ya lo tienen asegurado.
Mientras espero la justicia divina o que se cumpla la ley del Karma, me revuelco de dolor y soporto con estoicismo la decepción enorme de ver cómo aquel a quien admiraba y respetaba, hoy ya no vale siquiera para grada del pedestal.