diciembre 21, 2013

Defendiendo la vida y la familia

Desde mucho antes de divorciarme de la iglesia católica, me preguntaba cómo era posible que una orgnización que decía velar por la vida, le tuviera tanta tirria a muchas cosas bonitas que para mí significan precisamente eso: vida.

La lucha "pro vida" de los católicos se ha extendido, con niveles impresionantes de odio, contra parejas del msmo sexo, familias no tradicionales y mujeres que conciben a través de la fecundación in vitro, porque entiendo, no forman parte de "los designios de dios".  

Ahora se le suma la defensa de la familia.  La familia según "
los designios de dios".  No puedo entender a un dios que quiere una familia de mamá, papá e hijos, mientras le da la espalda a las otras familias donde solo están mamá e hijos, papá e hijos, abuelo e hijos, hermanos y hermanas, tíos y sobrinos, esposo y esposa,  esposo y esposo, esposa y esposa, etc.  ¿No hay amor ahí? ¿No hay compromiso ahí? ¿No hay sueños ahí?  ¿No hay seres humanos ahí que necesitan alimentarse espiritualmente?  Al parecer los católicos piensan que no.


Al parecer en estos hogares no se enseñan valores y se vive constantemente en una juerga interminable, llena de sacrificios humanos, misas satánicas o quién sabe qué sacrílegos ritos, todos enfocados a exterminar la raza humana

Para mí la vida es más que la unión de un óvulo y un espermatozoide, porque al fin y al cabo este hecho "milagroso" pasa todo el tiempo, de manera casual, planeada o forzada; pasa y seguirá pasando a menos que nos convirtamos en una sociedad tipo "Un mundo feliz".

En estos tiempo donde hay tanto odio, me parece más importante cuidar de las nuevas familias y de aquellos que realmente quieren amar, no importa si su familia es o  no tradicional.

Para mí cuidar la vida significa enseñarle a nuestros muchachos que deben cuidarse mientras mantienen sexo, porque amar la vida implica no traer niños a este mundo como si fuéramos animales.  Para mí cuidar la vida significa empezar un proyecto de vida con alguien, sin importar si cumplimos o no las expectativas sociales. 


En fin, defender la vida y la familia es un asunto que debería ser de todos, pero sin condiciones anacrónicas escritas en libros antiguos con realidades distintas a las nuestras. 


diciembre 18, 2013

La fantasía en mi vida

Quienes me conocen de muchísimos años saben que soy una persona bastante lógica, realista y directa, que ha leído mucho, lo que me ha puesto en contacto con la realidad de muchas situaciones y me ha hecho una persona más inquisitiva.

Pero todos tenemos siempre esos peros... y un día, un amigo que me veía leer montones me preguntó:  "¿Has leído alguna vez El Señor de los Anillos?".  Le contesté que no. Para aquellos años no era un libro muy conocido en el país y costaba un mundo encontrarlo. De hecho sólo logré encontrar La Comunidad del Anillo y carísimo en la Universal. 

Mi tatuaje de El Señor de los Anillos, la inscripción del anillo único
No tengo que decir cuánta fascinación generó en mi mente el mundo fantástico de los hobbits, los elfos y los magos, todos en pos de destruir un artefacto en apariencia inofensivo.  Tolkien se volvió, desde ese momento, una parte imprescindible de mi vida, tanto que en mi espalda llevo tatuada una evidencia de esa fascinación.

Una tarde de mayo, cuando ensayaba con un grupo al cual pertenecía hace más de diez años, el guitarrista me preguntó si sabía que venía una película basada en los libros.  Me decepcioné montones, porque como buena lectora sabía que los libros nunca son tan buenos como las películas.

Pronto los estantes de las librerías estaban llenos de ediciones nuevas de la saga y a un precio muy accesible. Confieso que estaba de primera en la fila del cine para ver la primer película y que la ví 8 veces más en el cine.  Hoy poseo las ediciones extendidas, la edición en blu ray y ya tengo entradas para la segunda entrega de El Hobbit.

Recientemente alguien me preguntó:  ¿cómo es que vos, una persona tan racional, está tan obsesionada con la fantasía de esos libros?.  Al principio me pareció una pregunta injusta, pero luego me analicé a mí misma y entendí que yo me hubiera hecho la misma pregunta.

¿Cómo es que yo, siendo como soy, tan racional y tan dada a cuestionarlo todo, no soy capaz de desacreditar la hermosura de los escenarios y lenguajes inventados por el maestro Tolkien?

Si han visto las películas y no les hace gracia, lean los libros.  La fluidez con que Tolkien describe a cada personaje, cada paraje, cada situación, es suficiente para olvidarse de Macondo y hundirse en la Tierra Mieda.  No que compare lo incomparable, porque el Gabo es el Gabo, pero con ambos escritores me pasa lo mismo: empiezo a leer sus libros y no quiero soltarlos.  Difícilmente otro escritor me ha provocado lo mismo en muchísimo tiempo. Esa fue la respuesta para mi amigo. Tal vez es el escape que mi mente, siempre tan centrada, necesita para sobrevivir.

diciembre 13, 2013

De por qué no voy a votar por el FA

Ayer leí un comentario que me dio miedo, no, más bien pavor.

Decía que Villalta iba a venir a quitarle todo a todos los que han trabajado muy duro por tener lo que tienen para dárselo a los que menos tienen, porque esos que han trabajado muy duro por tener lo que tienen quieren más y además no pagan impuestos y son corrumptos.  Lo escribió alguien que milita con este partido. 

Esto es terrible:  porque todos los días en este país hay muchísima gente que nos levantamos a trabajar muy duro para tener una vida digna, fruto de nuestro esfuerzo, sin que nadie nos haya regalado nada y pagado nuestras responsabilidades. Hablo de gente honesta, del sector público y privado, que con ahorro y trabajo vamos logrando que nuestras familias salgan adelante.

El problema es que hay muchos militantes de este partido que están esperando esa anhelada repartición dela riqueza, sin mover ni un sólo dedo, sentados, esperando que les lluevan las bendiciones del trabajo de los otros.  Tras de eso su plan de gobierno sólo confirma estas posiciones

Y no sólo militantes de este partido, aclaro. Hay mucho tico que no ha movido un dedo en su vida pero espera que el Estado le provea, a costas del trabajo de otros.  Hemos confundido la gordura con la hinchazón pensando que como la CCSS es un sistema solidario, entonces todo lo demás tiene que serlo.

No señores.  La política "robinhoodiana" de quitar al que tiene para darle al que no tiene no es el camino que este país necesita.  Lo que necesitamos es poner a trabajar a todos y darles iguales oportunidades de prepararse y salir adelante.  Para ello, hay que fortalecer a la empresa privada y no al Estado, porque lamentablente el Estado no puede contratarnos a todos y mucho menos sostener la economía de este país. 

En mi limitado conocimiento de economía he logrado entender que entre más empresas existan, más cotizaciones a la Caja, más impuestos, más trabajo se generará.  Esto se traduce en mayor posibilidad del Estado para fortalecer la salud y la educación, dos pilares que deberían estar bañando a todos por igual.


Esto es lo que no comparto de la filosofía y plan de gobierno del FA. 



noviembre 09, 2013

El norte de los sueños

Este es el paraíso un poco más caliente de lo que imaginaba. Un Guanacaste diferente pero igual de hermoso.

Cada parte de Guanacaste es hermoso y tiene su encanto pero esta parte no la conocía, tan torad al norte, tan lejana a las ciudades, tan escondida.

Definitivamente mi país es hermosísimo aun cuando los truenos aparecen.

noviembre 06, 2013

3 razones para renunciar a la maternidad



Obvio que todos te cuestionan cuando dices que no quieres ser mamá, entonces, he aquí mis 3 razones para tal renuncia (sin ningún orden en particular):


1.       No quiero que mi pareja me ame por lo que soy capaz de darle.  Quiero una pareja que no me busque porque “puedo darle hijos”. No quiero desaparecer de su facebook cuando nazca el niño, ni de sus fotos del celular.  No soy una “dadora”, soy su pareja, pero cada vez que veo amigos para los cuales ha desaparecido su pareja porque el güila ya nació, más me convenzo de esto.  (Y aplica tanto para hombres como mujeres).

2.       Es un trabajo de 24/7, durante casi toda mi vida.  Creo que no tengo compromiso para eso. No quiero desaparecer como mujer y profesional detrás de las visitas al doctor, las idas a la escuela y el colegio, las fiestas infantiles, las investigaciones a los amigos y sus familias, las fiestas juveniles, los trabajos en casa, las tareas y los exámenes.  En resumen, no quiero el trabajo de madre, no estoy capacitada para hacerlo.

3.       No quiero que me llamen mala madre.  Cada vez que tenga que salir del país o llegar tarde de la oficina, cada vez que quiera salir con mi pareja, o nos queramos ir solos de vacaciones, no quiero escuchar los murmullos de lo mala madre que soy porque no estoy amarrada al carajillo noche y día.  


Y tengo más por si las quieren escuchar:
4.       No quiero que mi cuerpo sufra.

5.       Detestaría tener que levantarme a cada rato a darle de comer al carajillo.

6.       No me gustaría ser la causa por la que una persona se siente en el sillón de un psicólogo durante 3 años, por culpa del montón de cosas por resolver, debido a su relación con su madre.

7.       Odiaría que me llamaran “la santa madre”.  El último modelo al que me quiero parecer a la Virgen María, sufrida y VIRGEN!

8.       Odiaría no poder darle a mis hijos todo lo que necesitan para ser personas completas (más allá de lo material).  


Estoy cansada de ver cómo tantos niños reciben una mediocre atención por parte de los padres, que nunca se cuestionaron si ellos querían asumir el compromiso de formar a un ser humano.  Por alguna razón, la gente cree que ya porque se puede concebir hay que hacerlo, como si fuéramos animales llamados a la protección de la especie.  Tranquilos, los seres humanos no estamos en extinción. 
Prefiero decir sinceramente que no me siento en condiciones de hacer ese trabajo de una manera mediocre, a asumir que porque soy mujer tengo que darle hijos al mundo.  ¿Qué me quedaré sola y sin progenie?  Nadie se ha muerto de eso.