febrero 24, 2010

Benedetti siempre tiene razón

Creo que no hay cómo escribir uno mismo los sentimientos, cuando se cree que se tienen las palabras justas para describirlos. Pero como pocas veces me pasa, hoy tengo que usar las palabras de otro para describir lo que siento.

Hace unos años descubrí este hermosísimo poema de Mario Benedetti (titulado Enamorarse y no), en un momento de mi vida donde sólo podía aplicar el tercer verso:

Por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba,
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.

Pero hoy tengo que admitir que los dos primeros versos describen a la perfección lo que vivo en este momento:

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido,
la desdicha se llena de milagros,
el miedo se convierte en osadía,
y la muerte no sale de su cueva.

Enamorarse es un presagio gratis,
una ventana abierta al árbol nuevo,
una proeza de los sentimientos,
una bonanza casi insoportable,
y un ejercicio contra el infortunio.

Yo sólo pido porque Benedetti siempre tenga razón...