agosto 19, 2008

Lecciones Olímpicas

Cada cuatro años, más o menos, los ticos volvemos a soñar con alcanzar la gloria de una medalla olímpica, en alguna de las poquísimas disciplinas en las que participamos. En estos juegos olímpicos la verdad es que hemos podido soñar muy poco.

Empañada la participación por los escándalos de nuestro CON y luego de 20 años de una anárquica gestión del señor Jorge Nery Carvajal, nuestros atletas fueron a China con las uñas, quizá patrocinados por alguna empresa silenciosa, pero sin el apoyo verdadero de un comité que no ha servido para nada últimamente.

Porque aquí en tiquicia todo es fútbol, fútbol, rumberitas, tal vez un poquito de baloncesto, más muchachitas en pequeños y ajustados trajecitos, bailoteando sus queridas tetas de silicona, deportes de motor y muy de vez en cuando, natación. Ya ni espacio hay para los Juegos Nacionales.

Me indigna saber que los entrenadores de nuestros atletas no pudieron ir. ¿Cómo que no pudieron ir? Es decir, si fue toda una comitiva olímpica de gente que la verdad no se sabe a ciencia cierta a qué va, cómo es que los entrenadores no pudieron viajar. Eso dice mucho sobre las prioridades del CON.

En un comentario realizado en Canal 33 durante la transmisión de las competencias de atletismo, se discutió acertadamente sobre lo que pasa con nuetros muchachos una vez que no pueden competir, por edad, en los Juegos Nacionales. Nada, no pasa nada, el talento se deja volar así no más, ya sea porque la prioridad es el estudio, ya sea porque no tenemos más eventos deportivos que les den cabida. Mientras tanto, miles de padres inscriben a sus niños en escuelas de fútbol, porque "ese es el deporte de los ticos", sí, así y de mediocre como es, el fútbol es el rey.

Y aún en el fútbol parece no haber espacio para lo diferente, que lo digan nuestras muchachas, clasificadas al mundial femenino.

Pretendemos que Nery Brenes corra los 400 metros planos directo a la medalla de oro sin el apoyo necesario, y conste que no desprecio su talento, pero los mejores atletas del mundo también tienen detrás suyo toda una infraestructura que los alienta y les facilita las cosas en su camino al éxito.

Si el deporte es tan sano, tan bueno para el cuerpo, la psique y el espíritu, por qué nuestras políticas públicas no se orientan a fomentarlo. Por qué las empresas continúan patrocinando el fútbol -si no se han dado cuenta, ya tienen muchos patrocinadores- y empiezan a patrocinar a los niños con talento en otras disciplinas. En fin, si queremos oro, tenemos que trabajar para conseguirlo, porque no nos va a caer del cielo.

agosto 11, 2008

Aún después de 10 años, me recuerdas...


Pasados diez años creo que aún te veo con los ojos de mi memoria y mi cariño incondicional. Recuerdo que alguna vez hablamos del día que es hoy, de lo que queríamos lograr para este presente, de lo que soñábamos realizar, pero nunca previmos que llegaríamos a ser las mujeres que somos.


La burbuja que nos protegió de todo mal le dió paso a la sabiduría, que aunque es un escudo eficiente, no es infalible. Y así es como de pronto nos vemos las caras y podemos notarnos las arrugas, las cicatrices, los surcos de las lágrimas derramadas, las líneas de expresión causadas por las interminables sonrisas y el cansancio.


Tú tienes diez años de historias, encuentros, despedidas y noches en vela. Yo tengo otro tanto.


Y qué lindo es volver a verte y saber que hemos llegado hasta aquí, que hemos vivido y que el camino lo hemos trazado a gusto, o a disgusto. Me enorgullece verte hecha toda una mujer; me emociona darme cuenta de que de vez en vez, con el valle central a nuestros pies y el cielo como refugio podemos ponernos al día, llorar y reír como lo hicimos detrás de los muros del colegio y entender por qué los años pasan sin miramiento alguno.


¿Qué te han dejado estos 10 años? Lo mismo que a mí. Amores, desamores, muertes, nacimientos, flores marchitas, alegrías, y esta amistad que se va transformando en uno de esos tesoros incomprendidos.